Finally
El color de mis pesadillas remonta al olvido impecable que acaece del tormento de tus pies en la arena de mis manos. Y te vas una vez más, sin siquiera haberte tenido, ni reconocido. Tus palabras fueron brisa en la mejor parte del verano incesante de mi pecho. Soy espectador de esta crónica de muerte anunciada. Lancé la última piedra y nadie salió, volví a gritar y nadie recepcionó este lamento cargado de pasión. Pasé todo el tiempo pensando en vos y te soñé varias veces. En mi locura aluciné que tirabas el hilo conductor y que yo te era importante . Quien fueras o quien te estuviera manipulando tuvo la fría habilidad de revivir el placer de sufrir en el des/amor. Me perdí en la oscuridad de aquellas noches siniestras a tu lado y de mis ojos sobre un punto fijo derritiéndose y brillando como cera. íbamos a morir toda la muerte juntos en una tarola incesante y un punteo de guitarra sureña con melodía melancólica. ¡Estoy aquí! frente a ti, a pesar de que nuestros cuerpos se de