Aquí no.
Anduve con unos 3 más caminando, haraposos , felices y sin rumbo. De pronto, se oye el rose de piedra con metal se le suma el gas produciendo una llama minúscula, iluminando así el rostro de Aruba. Una luz naranjo-roja medio circular se veía al extremo del comprimo de hierba que colgaba de sus labios en dirección a mí. Gracias, dijo Salvador mientras Aruba le extendía una mano con el comprimido y con la otra, en forma de puño, obstruía la salida de saliva que despedía mientras tosía. Así fue pasando por nuestros dedos hasta convertirse en cenizas, hasta quedar dentro de nosotros, hasta estimular nuestras mentes. Sentados en las gradas de la rotonda a metros de la estación de tren, Pepe empezó con acordes suaves a ojos cerrados, le acompañaba salvador con el bongo y yo con el guiro... Aruba es tímido, no toca ningún instrumento,pero es creativo, le gusta escribir. Tiene buenos poemas, pese a que es un tipo frío. No sé si alguna vez tuvo novia. Nos conocemos de hace poco, y me cae por