Al praraíso
...Y perdí la noción de la realidad. Después de caminar tanto bajor esa inmensa bola amarilla, cegadora y fastidiosa, caí de cara al asfalto. Desperté en un cuarto de loseta blancas y una puerta donde estaba pegada una jirafa métrica . ¿Dónde estaba? Sólo recuerdo que una señora robusta, con voz poco femenina de espaldas me dijo: "¿Cuál es su nombre?". OSCURIDAD DE NUEVO. No sé si fue verdad. No sé si fue trabajo mental. Me hallé en un paraje singular: La tierra roja sangre; arboles sin hojas y caídos, raíces secas y punteagudas; animales extraños en descomposición; aire plomo y ponzoñoso; y Solo yo. Cada paso era un esfuerzo, mis pies estaban sumergidos en el suelo y era tedioso caminar. Cuando por fin le cogí la maña, todo se hacía más amplio y veía más cosas, cosas que me traían nostalgia. Más adentro divisé una puerta en el cielo, me fue difícil hacerlo pues no se veía nada bien NADA. No me acuerdo cómo pero pude llegar a tocarla, abrirla y penetrarla. Ya adentro un chill